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Se ha celebrado la cumbre mundial de seguridad alimentaria en Nueva York. En ella se ha recordado que a pesar del compromiso en 2015 de acabar con el hambre en el mundo en la década de 2030, la pandemia por el COVID-19 y la invasión rusa en Ucrania ha hecho retroceder todos los avances al punto de partida y más de 828 millones de personas pasan hambre.

Ya a principios del siglo XX los científicos se dieron cuenta que la síntesis natural de fertilizante era insuficiente para sostener la población mundial, y gracias al proceso Haber-Bosch se consigue sintetizar fertilizante artificial a partir del nitrógeno atmosférico. Actualmente, este proceso es tan importante que más del 50% del nitrógeno presente en nuestro cuerpo proviene de esta fuente. Pero este proceso tiene un coste muy alto, casi el 10% de la energía producida a nivel mundial es consumida sólo para la síntesis de fertilizantes. Por esta razón el aumento del precio de los combustibles fósiles, de la energía generada a raíz de la guerra y la escasez general derivada de la pandemia ha disparado el precio de los alimentos.

Para esto la cima ha llamado a realizar soluciones multilaterales para cubrir esta crisis alimentaria.

Desde E Vila Projects estamos comprometidos con la causa y podemos ayudar a combatir esta situación de dos formas distintas:

  • Ayudando a desperdiciar menos comida: casi la mitad de la comida en España se desperdicia, desde Evila Projects trabajamos con empresas del sector alimentario diseñando sistemas de desinfección ultravioleta alargando así la vida útil de los alimentos.
  • Reduciendo el consumo de energía: casi la mitad del consumo energético en España se destina a calefactar superficies, pero este proceso es muy poco eficiente. Un sistema de calefacción convencional se basa en calentar el aire en una sala y que ese aire  nos transmita el calor.

En Evila Projects trabajamos con sistemas de calefacción con energía infrarroja, esta tecnología permite calentar en primer lugar los objetos y las personas sin que esta energía sea absorbida por el aire, mejorando así la eficiencia y disminuyendo así el consumo eléctrico, ya que, como hemos visto anteriormente, la electricidad es fundamental en el proceso de producción de alimentos.

Tal y como subrayaron varios líderes en la cumbre de seguridad alimentaria “No hay paz con hambre y no se puede combatir el hambre sin paz”.