Existen numerosos procesos industriales que utilizan CALOR, y TODAS  esas aplicaciones se pueden adaptar a la tecnología de infrarrojos. Estos van desde un simple proceso de secado hasta procesos de termo conformado más complejos y nuevos desarrollos que realizamos a diario. Esta nota pretende analizar la tecnología de infrarrojo industrial, sus aplicaciones y los beneficios de la tecnología infrarroja en comparación con otras tecnologías de producción.

La tecnología infrarroja:

Hay tres formas principales de transferencia de calor: conducción, convección y radiación. El calentamiento por infrarrojos es una forma de transferencia de calor por radiación, lo que significa que consiste en ondas electromagnéticas que viajan desde la fuente hasta el objetivo. Para generar calor infrarrojo, se hace pasar una corriente eléctrica a través de un elemento resistivo. La longitud de onda de la energía infrarroja generada depende del grosor y el material del emisor infrarrojo. Esta longitud de onda de energía infrarroja se mide en micrones.

Cada material tiene su propia longitud de onda máxima de absorción y una aplicación será más eficiente cuando los elementos  seleccionados estén ajustados para generar esta longitud de onda.

Beneficios de la tecnología Infrarroja

Estos son algunos de los beneficios  en comparación con otras tecnologías:

Debido a que la energía se transfiere directamente  al objeto objetivo, los sistemas  por infrarrojos pueden ser más eficientes y requieren menos energía para obtener resultados similares.

Los  infrarrojos funcionan con energía eléctrica, lo que permite controles que responden con rapidez y precisión. Esto crea una salida y una calidad del producto más uniformes.

Los emisores Infrarrojos  pueden diseñarse de forma compacta e instalarse en espacios pequeños.

El mantenimiento es mínimo, lo que reduce los costos de mantenimiento a largo plazo.

Hay menos desperdicio de calor ya que el aire dentro de un horno no tiene que ser precalentado para que el proceso sea efectivo.

En general, estos sistemas son extremadamente flexibles, se pueden controlar fácilmente y  ayudan a superar los desafíos relacionados con la calidad del producto y el tiempo de producción.