En la industria del recubrimiento y el secado, el aumento de la demanda productiva plantea un reto constante: mantener la calidad del acabado reduciendo tiempos y consumo energético. Una de las soluciones más efectivas para lograrlo consiste en incorporar módulos infrarrojos complementarios a los sistemas de calentamiento existentes, como los hornos de aire caliente o de radiación a gas.

Cómo funciona

Antes de que el producto entre al horno principal, una etapa infrarroja previa eleva rápidamente la temperatura superficial del material. Este pre-calentamiento reduce significativamente el tiempo que el producto necesita permanecer en el horno, lo que acelera la línea de producción y mejora la uniformidad térmica en piezas con geometrías complejas.

La tecnología infrarroja es especialmente adecuada para materiales con recubrimientos en polvo o pinturas termoendurecibles, ya que permite una transferencia de energía rápida y controlada.

Resultados en aplicaciones reales

En ensayos realizados en líneas industriales de secado de pintura en polvo y reacondicionamiento de piezas metálicas 3D, la incorporación de esta etapa infrarroja permitió:

  • Reducir los tiempos de curado hasta en un 54%.
  • Aumentar la velocidad de línea hasta en un 21%.
  • Lograr temperaturas de curado más homogéneas en toda la superficie del producto.
  • Disminuir el consumo energético total, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono del proceso.

En otro caso, la combinación de calentamiento infrarrojo y aire caliente mostró una mejora significativa en la eficiencia del proceso y en la calidad final del recubrimiento, incluso en piezas tridimensionales donde el calentamiento uniforme suele ser un desafío.

 Beneficios adicionales

Además del aumento de productividad, esta tecnología aporta ventajas ambientales y operativas:

  • Menor consumo energético por pieza procesada.
  • Menos emisiones indirectas de CO₂.
  • Mayor flexibilidad de configuración, gracias al control por zonas y al ajuste preciso de la potencia.
  • Posibilidad de adaptación modular a instalaciones existentes, sin necesidad de reemplazar equipos principales.

La integración de sistemas infrarrojos de apoyo representa una mejora tangible en la eficiencia de los procesos térmicos industriales.
Al optimizar el uso de energía y reducir los tiempos de ciclo, esta tecnología se posiciona como una herramienta clave para modernizar plantas de pintura, curado o secado, ayudando a las empresas a alcanzar mayor productividad, mejor calidad y sostenibilidad operativa.